Nuestros queridos perros, son muy golosos y llevados a su idea. Cuando no les gusta su alimento, no hay cómo instigarlos a que se lo coman, y muchas veces prefieren aguardar bajo la mesa a la espera que algo caiga en sus fauces. Peor todavía, cuando ponen esa carita de “por favor te lo pido” manipulándonos a entregar el bistec, u otro tipo de …